No tenemos ninguna duda. El automático. En Estados Unidos es muy común que los coches tengan cambios automáticos, pero en España no ocurre lo mismo. Es más, nuestro país se encuentra a la cola de países que demandan este tipo de transmisiones.
¿A qué puede ser debido?
En principio es extraño porque parece algo obvio que una conducción con cambio automático es mucho más sencilla que una conducción con cambio manual, sin embargo, uno de los grandes problemas que tiene hasta ahora es su precio. Tanto en Europa, como en España, un coche con cambio manual frente a otro con cambio automático suponía un mayor gasto de combustible y unas averías más costosas.
Pero en la actualidad se está produciendo un cambio de tendencia, nunca mejor dicho, y el cambio automático está empezando a ganar seguidores. ¿El motivo? No es otro que la evolución de este tipo de cambios, que incluso superan en rapidez y consumo a los cambios manuales. Sobre todo, son capaces de ofrecer una conducción deportiva similar a un cambio manual cuando incluyen la opción de cambio secuencial con levas al volante.
Ahora la electrónica del vehículo ha dado paso a una nueva generación de cambios automáticos más suaves, más rápidos, más eficientes en consumo y que se ofrecen como opción incluso en vehículos generalistas de tamaño medio y pequeño. ¡Hay para todos!
El cambio manual: poca oferta, económico y deportivo
El cambio manual cuenta con una importante serie de puntos a favor. Para empezar, habiendo sido el tipo tradicionalmente dominante en el mercado español, destaca por la variedad de modelos. Actualmente existe menor oferta de vehículos disponibles con cambio manual siempre que hablemos de vehículos nuevo.
El precio sigue siendo otro de los puntos importantes.
Pese a que ya podemos encontrar vehículos automáticos de gama media o baja, la opción manual suele ser más económica que el mismo modelo con el mismo equipamiento, pero con cambio automático. Además, desde el punto de vista meramente mecánico, el manual conlleva una importante ventaja. La velocidad de un manual disminuye con la reducción de la marcha, lo que rebaja el uso del freno. Esto puede conllevar a su vez un ahorro de dinero. En este sentido, también las cajas de cambio manuales son más duraderas y sus costes de mantenimiento, menos elevados.
Por otra parte, muchos usuarios apuntan a una ventaja de tipo más subjetivo: el «placer» de conducir. Algo difícil de explicar, pero en lo que suele haber bastante acuerdo.
La conducción más deportiva y divertida, la conexión con el vehículo, el uso de la intuición, la capacidad de aprendizaje, etc. Todos son factores que generan que el conducir un manual se convierta para muchos en una actividad adictiva.
Por último, existe un pro que puede pasar inadvertido.
Usar la palanca de cambios implica conducir con ambas manos. Esto supone, aunque no lo parezca, una conducción más atenta y consciente. El conducir con una sola mano, la que lleva el volante, puede generar distracciones y pérdidas de atención. La automática es una conducción más monótona, que puede favorecer despistes.
Los cambios automáticos: más cómodos, seguros y con mejoras técnicas.
El cambio automático, por su parte, también cuenta con importantes puntos a favor.
La principal tiene que ver con la comodidad, pues facilita la conducción en muchas situaciones. En el día a día, por ejemplo, evitando que el vehículo se cale en atascos o aglomeraciones de tráfico. ¡Adiós a las molestias de paradas y reanudaciones de marchas constantes!
También en momentos de tensión, como las cuestas muy pronunciadas. Aquí, si el cambio es manual, todo depende de la pericia del conductor con el embrague.
Aunque cada vez más vehículos cuentan con sistema de ayuda al arranque en pendiente.
La seguridad técnica y la eficiencia se incrementan, gracias a los avances tecnológicos. El que los cambios de marcha se realicen en el momento oportuno, y no dependan de la habilidad del conductor, es un punto a favor. Se genera normalmente un menor desgaste del motor y otras piezas. El mantenimiento del motor suele ser mucho más sencillo.
Por último, de cara a aquellos nostálgicos del juego de cambio de marcha, hay buenas noticias. Algunas cajas de cambio automáticas admiten la opción manual para sea el propio conductor el que decida además de los nuevos sistemas con cambio mediante levas que incorpora desde hace años nuestra marca.
¿Qué razón te puede llevar a comprar un vehículo con cambio automático?
Como resumen de lo que hemos visto, las mayores ventajas de un cambio automático frente a uno manual se encuentran en:
- La comodidad que ofrece. Una conducción más segura que aumenta tu atención en la carretera, ya que no es necesario estar pendiente del pedal y la palanca.
- La seguridad mecánica que aporta al motor la suavidad en los engranajes.
A esto se añade la opción de cambio secuencial, para decidir los cambios de marcha bien desde la propia palanca o desde las levas al volante, que ofrecen algunos cambios automáticos. El resultado es una conducción más dinámica y deportiva, algo que agradecen los conductores más afines al cambio tradicional.
¿Aún no te decides por el cambio automático como tu opción ideal?
Es cierto que todo necesita un periodo de adaptación, pero está claro que las ventajas que nos puede ofrecer un coche con cambio automático son notables, y si a eso le añadimos que el coche sea con motor eléctrico, mucho mejor: más duradero, más barato (a largo plazo) y más sencillo de reparar. Al ser automático, la comodidad a la hora de conducir es mucho mayor, y se incrementa por la facilidad de no tener que usar el embrague.
¡Puedes olvidarte de este paso! En este sentido, la seguridad vial que proporciona es mucho mayor, y la conducción es más fiable.
En Mercedes-Benz somos conscientes de que el futuro de la movilidad pasa, ante todo, por la personalización y la experiencia del usuario. Por ello, apostamos por la comodidad de un cambio automático, junto con las ventajas de un coche eléctrico. Es el caso de Mercedes
EQC, que además de caracterizarse por ser el primer vehículo de la nueva submarca de productos EQ, completamente eléctrica, funciona con cambio automático, y tiene una autonomía de 450 kilómetros.
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