Mercedes-Benz, una marca que define el lujo y la innovación, ha vuelto a demostrar por qué su legado es legendario. En un movimiento estratégico que conecta su pasado con su prometedor futuro, la firma alemana protagonizó una exhibición memorable en el prestigioso evento FuoriConcorso, celebrado a orillas del Lago Como.
Más que un simple concurso, FuoriConcorso se ha consolidado como una cita ineludible para la cultura automotriz, transformando los jardines de la Villa del Grumello en un museo al aire libre. En este escenario idílico, Mercedes-Benz Classic presentó tres de las máquinas más icónicas que forjaron su leyenda en los circuitos.

Un trío de leyendas inolvidable
La puesta en escena fue espectacular. Los vehículos fueron depositados en los jardines mediante una grúa, creando un impacto visual que subrayaba la importancia de estas joyas de la ingeniería. Los asistentes tuvieron la oportunidad única de admirar de cerca:
- Sauber-Mercedes C11: El dominador del World Sportscar Championship a finales de los 80, un prototipo del Grupo C que marcó una era por su avanzada aerodinámica y su potente motor V8 biturbo de hasta 950 CV.
- Mercedes-Benz CLK GTR de competición (1997): La bestia diseñada para dominar el Campeonato FIA GT, objetivo que cumplió con creces al alzarse con el título de constructores y de pilotos en su año de debut.
- Mercedes-Benz CLK GTR Straßenversion (1998): La exclusiva versión de calle, nacida como requisito de homologación. Con solo 20 unidades coupé fabricadas y un brutal motor V12 de 612 CV, fue en su día el coche de producción más caro del mundo.
El ADN de la excelencia Mercedes-Benz

La presentación en FuoriConcorso no fue solo una exhibición de coches históricos, sino una declaración de principios. Ver juntos al CLK GTR de competición y su gemelo de calle es una rara oportunidad que subraya la transferencia de tecnología de la pista a la carretera.Al mostrar estos vehículos, Mercedes-Benz no solo rinde homenaje a su pasado. Refuerza activamente la narrativa de una marca construida sobre la ingeniería vanguardista y un rendimiento excepcional. El mismo ADN que dominó los circuitos del siglo XX es el que hoy impulsa la actualidad de la movilidad, demostrando que la estrella de Mercedes-Benz sigue brillando con la misma intensidad.